Se apoderó la tristeza
de mi alma
y caí en la taciturna monotonía...
El sol cada mañana,
la luna cada noche estrellada...
El cielo azul, gris
las nubes blancas, la alborada.
Día tras día
la brisa vespertina
el vacío del silencio
el ocaso en la lejanía.
Amaneceres sin aurora,
ánima sin pasión
rota y decadente
sin vestigios de luz
en el corazón.
DERECHOS DE AUTOR PATRICIA PALLE