Entre los hilados del mundo
hay apenas un hilo que nos conecta
se mira tan frágil
tan miserable
pero lo es todo desde este momento.
Nuestro canal a pesar de ser minúsculo
no deja de sincronizar a nuestra coincidencia
en plena fertilidad de los escaques.
En lo diminuto
se nos posibilita encontrar la grandeza
y este hilo es invisible para casi todos
excepto para nosotros
tal vez así debe ser
pues en su camuflaje
osa ser como una perla
escondida muy en el fondo
pero reservando para ambos
inconmensurable belleza.