Christian Alondra

Voy quemando

Me miré las manos,
tiemblan.
Intenté detenerlas,
siguen temblando.

 

Traté sostener
de vidrio una esfera.
Mis dedos no la soportan
y cae, se destroza.

 

Siento hervir mi sangre,
corriendo en torrente.
Percibo arder mi vientre,
duele, palpita, se agudiza.
¡Mi cuerpo está caliente!

 

Me retuerzo, y ruedo,
me expando y contraigo.
Sigo temblando.
¡Estoy quemando!

 

E internamente
veo una ardua guerra.
Entre una muerte anónima
y un escueto cuerpo.

 

Entre un fuego que consume
y la carne, propensa a achicharrarse.
Entre una oscuridad intimidante
y una tenue chispa, apagada y delirante.