Los poetas no duermen
porque si duermen
se asfixian
se ahogan
de tanta palabra
que desea ser juntada
ser unida, entrelazada a otra
para que quede bien rimada.
Si se duermen
se cansan
ellos no descansan
es difícil comprenderlos
porque son tan nobles
que a veces cualquiera juega con ellos
pero no cualquier persona,
cualquier individuo
capaz de enamorar
con la perspicacia digna
de un galán o una dama
merecedores de admirar.
Algunos poetas
buscan idolatrar
alguien tangible
al que puedan amar
así como yo logré amarte
a pesar de que tu no logres amar.