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Una aguda llovizna comienza a caer en el centro de la ciudad, en tanto una muchedumbre inunda las calles y plazas en busca de un lugar para descansar. En poco tiempo los hoteles y posadas estaban saturados. En una pequeña habitación una familia habla de lo que haran mañana: -\"Javier todos estamos agotados ya no se que pensar, no se si esto fue una buena idea, los niños están quebrantados\". -\"tranquila amor mañana buscare la dirección de la empresa, y en poco tiempo alquilaremos una casa y los niños irán a una escuela. Otros no corrieron la misma suerte, llegaron sin contar con el suficiente dinero que les permitiera una cama limpia donde dormir, algunos ya les esperaban sus amigos o familiares que habían emigrado mucho antes que ellos, y coordinaron para ser asistidos, mientras consiguen empleo y se ubican. Y así es la cruda y triste realidad que vive todo aquel que por un sin fin de razones se ve obligado a emigrar de la tierra que les vio nacer. Cabe destacar que el pais del emigrante de esta historia, es el mismo que por muchas décadas le dio cobijo a extranjeros que huyeron de su tierra en precarias condiciones. Y por si fuera poco, en mas de uno de \"esos paises hermanos\", al llegar el emigrante (del país que fue cuna de tantos), hoy dia es objeto de vejaciones e insultos por una minoría de gente que se cree con derecho de maltratar a todo aquel que no tenga su misma nacionalidad, (como ser humano siento pena ajena por ellos). Por otra parte todo aquel que no tenga totalmente en regla todos sus documentos, será deportado sin derecho a palabra. Y entonces viene a mi memoria aquella sublime canción de John Lennon \"Imagen\"
Y la vida continúa...