Hugo Emilio Ocanto

*** Tus palabras, tus miradas *** - Poema - - Autor: Antero - - Interpreta: Hugo Emilio Ocanto - - Grabado -

Pinta mi vida con el pincel de la tuya

… en el blanco lienzo de mi presente.      

Y siendo cuando te pienso

que es como ver llegar la claridad,

-desde la fuente que todo lo inventa-

a los recónditos rincones de una conciencia dormida

… y dolorida, si es que el dolor se transforma,

te pido que dejes tu imaginación abierta,

tal vez que ese resplandor me despierte

y quien sabe si te tenga como eres.

 

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Pinta mi alma con tus negras pestañas negras,

derrama tu esencia en mis palabras ausentes

que quiero ver como brillan las rimas desnudas

en los rojos versos de mis apasionados deseos,

aquellos de ayer, los de hoy, los de siempre.

 

Pinta mi palabra reseca con tu voz de lluvia,

alumbra mi esperanza con tu luminosa mirada;

y si es que acaso me vieras perdido en la locura,

toca con tus manos mi sombra para que entienda

que tu calor y ternura me devuelven la vida.

 

Fue entonces, que de la nada, como invisible brisa,

esa que no vemos -reflejos dorados-y nos acaricia.

Como fragancia perfumada de rosas que sin verla

se delatan aterciopeladas, sus dedos, mariposas

de seda, surgen como la magia de un bello sueño.

 

Es por eso que con palabras mudas le ruego…

 

Pinta mis labios con el rojo intenso de los tuyos,

cincela mi vida con el perfil de la tuya definida.

Y si fuera acaso, que, en mis labios, o en mi vida,

ni pintar pudieras, ni detener tu tiempo siquiera,

entonces, que fuera el instante de un solo suspiro.

 

Que así, en ese segundo, sería como el feliz delirio

de un sueño, sueño donde al despertar te tuviera.

Que dejaras algo de tu esencia en mi boca sedienta,

modelaras mi existencia con los reflejos de la tuya

y así transmutar mi vieja palidez en tu dorada piel.

 

Me imagino la inmensidad partiendo de tus besos:

se muestran abiertos por donde tus deseos salen

al encuentro de los míos que con ansias te esperan.

Una vez mi existencia inventada, ya no habrá final,

será como esa bella inmensidad que tiene tu mirar.

 

Pinta, traza mi palabra reseca con tu voz de lluvia,

alumbra mi esperanza con tu luminosa mirada.

Perfila mis labios con el rojo intenso de tu boca,

aclara mi vida con la luz de tu figura inequívoca.

 

Y cuando tu verbo se haga realidad en los suspiros,

serán dibujos torneados los relieves de mis sueños,

entonces, mi vida, quedará plasmada por tus manos

en el lienzo desplegado por los cielos de tus ojos.