En la noche puedo oír;
Viene gorgoteando el suspiro del viejo sol
Arrastrando con el
Viejas canciones de un santo que vivió en el bosque.
En mi ventana se posó;
Blancas manos y un reloj.
El tiempo solo avanzó
y nos dejó el mismo viejo temor.
Las estrellas caen,
los parpados son vencidos por las manillas del reloj,
ahora un cuerpo duerme. Salen las mismas niñas
a buscar el mismo dolor.
En la noche solía oír el suspiro del sol