Por Alberto JIMÉNEZ URE
No te molestes, Equidistante,
Si te admiro cuando eres la más sabia
O erótica entre las mujeres del mundo.
No reproches si mirarte caminar
Despierta en mí lo que universalmente
Ninguna criatura [ir] racional deploraría.
No sopeses si culpable por bonita:
Desde hace tiempo, volteas a mirar
Cómo fácilmente enciendes la falolidad
De un epistemólogo ante el cual enfadas [...]