Noche era y del colegio en el patio oscuro
aún había frío del dos de noviembre...
Y no había quien tuviera temple
al ver ciertas sombras tras sus muros.
Aparecen las tumbas del Panteón
que antes en ese lugar existía
y la Muerte ya tras los niños corría...
Mas de súbito se oía: -\"¡Échenle montón!\"
y así quedaría, descalabrada y con \"chichón\"
Debajo de toda esa infantil jauría...
Aún huía mientras a los diablillos oía:
\"-¡Los peques unidos
jamás serán vencidos!\"...