Catelgood

Escondida...

Entre los oscuros recovecos de la dormida palabra

O entre la bocanada de aire nocturno que a mi alma escarba

En la esquina rota de cualquier verano soleado y tardío

O entremetida en el sueño perdido que alguna vez fue mío

En el recalcitrante sol de una mañana sobre iluminada

Y en el tiempo que nunca ha sido ni vez, ni tiempo, ni nada

O bien entre la turgencia callada de la inefable vida

Estás para siempre, para todos los tiempos escondida

 

Escondida siempre, en la última bocanada de aire nocturno

O en el aroma del geranio que me espera mustio y taciturno

Relamida entre los sabores de palabras flores y pensamientos

O adherida a las manillas del reloj que van cantando momentos

Escondida para siempre, en cada movimiento y cada gesto

En el anónimo regusto de un beso dulce, siempre listo y presto

En el grito nunca gritado, que se eleva desde mi boca al cielo

Y también perdida en el ansia loca de mi primer y último anhelo

 

Escondida para siempre. para que tú misma no te encuentres

Para que en cada frase te pierdas y en todas te reinventes

Para que nunca sepas que eres todas las palabras que escribo

Y todas ellas te nombren sin que sepas cual, como te vivo...

Así nunca sabrás si eres la mujer que con el corazón señalo

Y así te convertirás en cada palabra y cada frase que exhalo

Para que en cada letra que escriba, tu nombre vague siempre

Para que tú, te escuches en cada verso, de enero a diciembre