Quien por ti muchachita, dejará sus nostalgias encerradas tras cortinas transparentes.
Quien cambiará la paz de una noche sin desvelos por mirar tus ojos en el apócope de un sueño taciturno sin tregua al insomnio.
Quien será de ti prendedor dorado que, simple y llano, viva para estar cerca de ti.
Cuantos llantos se han de enjuagar; cuantas risas se habrán de escuchar.
Cuantas ilusiones volarán alrededor de tus cabellos y cuantas de ellas quedarán recostadas junto a las hojas veraniegas de un árbol que, amarillas y frágiles, rondan por el camino. Es el avaro tiempo quien dirá cuantos pétalos de la rosa caerán y cuantos de tus sueños volarán. Rie, muchachita, rie, llora, canta y baila, que la primavera está en tí y el verano, aún no llega.