Aslan

Fragilidad

Hay dos extremos: la dureza y la fragilidad.

Y en el medio como siempre hay un abanico de matices que se extiende y se balancea. Se abre y se cierra.

Que cabalga de manera embestida y de repente se planta y se mueve sutil cual caballo de paso.

 

Sin embargo, la fragilidad está ahí, mínima y temerosa. Introvertida y serena.  

Triste y acongojada

Ensimismada y con pena.

 

Y se protege.

 

Busca una ectosimbiosis extrema con la dureza, a fin de no ser escudriñada.

La dureza está ahí, dando la cara, poniendo el nombre y la  fragilidad está detrás, cubriéndose con la coraza superpuesta.

 

Pero sigue siendo débil, es su naturaleza y no cambia per se, sino que se transforma. No, la transforma cada uno desde su individualidad.

No es un trabajo fácil, ni rápido, pero es provechoso una vez se logra.

 

Avanza y avanza transformando tu fragilidad.