Alma atormentada

Gaditana, pienso en ti (Rima CXXV)

Me gustaba

verte reír,

me hacia

sentir,

alegría que no se

podía medir,

tu aura no

paraba de lucir;

ahora solo te

puedo decir,

ojalá nunca pares

de sonreír;

mi corazón

volvería a latir,

si estos versos,

con mi deseo

de que seas feliz,

pudieras recibir.