Había una vez un moribundo casi muerto. En el hospital muere de neumonía. Y vá a parar a la morgue, de la morgue a la funeraria, y de la funeraria al cementerio. Yá le ofrecen las exequias fúnebres al muerto y yace enterrado yá. En la fosa sólo está él. Pero, viene un gusanito a hablarle y el gusanito le dice:
-“Oye, estás usurpando mi lugar, “grandote”, yo vivo aquí…”-,
Y el muerto enterrado le contesta:
-“Yo estoy de paseo aquí, yá mismo me voy…”-,
Y el gusanito que todo lo sabe le dice:
-“Yo soy un gusano puertorriqueño…y, ¿usted?”-,
Y el muerto enterrado le contesta:
-“Yo soy americano, pero, también hablo español…”-,
Y el gusanito le riposta:
-“Pues, vamos a hablar en inglés…”-,
Y el muerto enterrado le pregunta:
-“How are you…?”-,
Y el gusanito le contesta:
-“Guao, guao, guao qué…ahora éste es un perro que ladra...”-,
Y el muerto enterrado le dice:
-“Yo no soy un perro, yá mismo me voy…”-,
Y el gusanito le habla:
-“Yo no quiero que te vayas, yá encontré un amigo…”-,
Y el muerto enterrado le dice:
-“Y yo encontré un gusano que me come el c…”-,