Amaneciendo…
Engalanado de rosas blancas está el jardín de la casa
la plateada pradera perdura escondida
no se arranca
ya no ves la luna llamándote , enamorada
no corras, no corras con tus pies descalzos
sobre el rocío que te llama
porque el ruido del tren de temporada
te llevó lejos como arrancando del edén
del abraso cariñoso, temperado
de la lágrima de cuento con voz de abrazo
No te vayas, no te vayas lejos
acompáñame luciérnaga enamorada
alúmbrame luna compañera
tómame de mi mano, abrásame
sonríe una vez más para romper los silencios
que irrumpen como truenos revelando
existencias de gritos de muchedumbres
que revelan sus dolores de abandonos
y de olvidos…
Cuánto lucharon las amapolas de cristal
por hacerse presente en la fiesta exclusiva
de reverencias y saludos del infierno desatado
de truenos y relámpagos que ahogaron con sangre
las sonrisas de claveles blancos
que perdieron su nido
porque solo volaron solitarios
en silencios cómplices que escondieron la vida
No te vayas, no te vayas lejos
- acompáñame
Sigamos caminando que la aventura recién comienza
sonríe y bésame…caminemos.