Atrapada en un baño
lleno de ardor
y olor a óxido.
Esta vez me odio un poquito más,
perdón.
Perdón porque dije que no iba a escribir más
sobre esto,
pero no pude,
perdón.
Perdón porque ya no sé como aguantar todo.
Perdón por no poder conocer mis sentimientos.
Perdón por no decirte.
Perdón por no dejarte que me ayudes.
Perdón por todo.
A veces
la tristeza me consume
y el impulso me controla.
Y me siento tan vulnerable
tan,
tan chiquita
que no dejo rastro.
Y solo me escondo,
hasta sanar.
Así como un animal salvaje.
La diferencia es que soy una persona
y me da vergüenza que me vean herida.