La desdicha perpetua que nos persigue,
dejándonos con la pesadumbre,
sentimos ásperos los días,
fingiendo el gesto al caminar
pesando cuando terminara la desgracia.
transmiten mensajes indecorosos,
diciendo que todo estará bien,
mientras las carreteras están pobladas de individuos
huyendo de la miseria.
Sudóros y hambrientos
con niños en brazos,
con la esperanza de una oportunidad de vivir mejor.