SIN CHANZA
No importa cuánto corramos
al final a todo mortal alcanza,
esa lúgubre y negra alianza
que al nacer todos firmamos,
y donde nunca existe chanza
aunque bien nos escondamos.
Es todo sueño homenaje
de ese ingenio que nos dejó,
cuando la mente emprendió
su incomprendido viaje,
y del que nadie regreso
para cambiarse de traje.
¡Pobre de quien su equipaje
solo en sueños se quedo,
y al despertar nunca vio
la belleza del paisaje,
donde sin nacer vivió!
Joanmoypra