LA TRISTEZA
La tristeza
es saber que no podré
contar con besos
todos esos lunares
que te adornan el cuerpo,
y que mis pasos
nunca seguirán tus pasos
de excitantes andares
por extraños lugares
sin regreso;
que mis labios
no sabrán nunca –jamás-
nada de tus besos,
y que tus suspiros
no habrán de regalarme
tan siquiera un soplo
de tu dulce aliento.
La tristeza
es mirarte desde lejos
y poder imaginar con certidumbre
el aroma exacto de tu pelo
y de esa humedad fragante
que me espera inútilmente
en cada resquicio de tu cuerpo.
La tristeza
es no saber si me has soñado
en un amante abrazo,
entrelazados,
como yo te sueño.
La tristeza
es saber que es demasiado tarde
para vivir sin ataduras
en mi secreta alcoba
nuestro furtivo encuentro…
©Luis Morales
Noviembre 31 de 1993.