Hola, querida ...
Quiero enviarte esta carta hoy, He escrito muchas cartas, de nuevo con mi pluma dejo desbordar palabras, espero las leas, Pero por primera vez te escribo...
He entrado en mi infierno interior, Puedo escribir libremente. Tú estás cerca te siento tan lejos de mí, pero vives en tu mundo abstracto, en tu pequeño mundo ensimismada. Pero nuestras almas están muy lejos.
Hoy fue un gran día, una bella noche, que me llevó a escribirte ,en mi migrante imaginación, Tengo un ramo de rosas blancas en mi palacio, un magnífico campo verde, que siempre estará para ti en paisajes más hermosos de nuestro país.
Tu y yo Por alguna razón, tus manos temblaban, tus ojos tiritaban, Mi corazón comenzó a latir como redoblante, como locomotora sin freno, mi corazón como si todos nos estuvieran mirando, y la emoción se movía hacia mi corazón.
Ya sabes, me levanté con tu presencia... Mis momentos más queridos estaban allí contigo, y las luces tenues… allí miraba tu pecho antojado como si mi madre no me hubiese amamantado, te mire como si hubieras llenado vida con luz, era la más alta felicidad, Cuando me acerqué besé Tus labios como hombres enamorados que van a la guerra, me mirabas con una bonita sonrisa. Pero, simplemente me doy cuenta de cuántos sufrimientos emocionales tienen este asunto, y lo difícil que es para mí paciencia darme cuenta de que hay una ironía. Tu cara estaba alegre, y tus ojos brillaban... así como mis ojos brillan al pronunciar tu nombre
¡No es de extrañar que los ángeles, no quieran permanecer con mortales ,Pero también quiero decir: \"Nadie, nada puede detenerme\".
Ese día espero que llegue, espero que la puerta se abra para mí, que pueda ver ese umbral donde estas esperando por mí... Pero dentro de esta puerta, mi risa, mi felicidad, y nuestra casa estará en el mejor de nuestros días,
Me alegro de verte, mi alegría.