Christian Alondra

A mis célebres sombras

Existen fotografías de ustedes guardadas,
pero suelo asustarme al no ser capaz
de rememorar todas esas caras,
con el tiempo ya borradas.

 

Existen anécdotas suyas,
que en familia son contadas,
en ellas ni el tiempo, ni la vida pasan.
Y así suelo volver a escucharlas,
riendo a carcajadas.

 

Hoy, entre los resplandeceres de las velas
sus recuerdos se vuelven nítidos,
cual rayo de vida entre la muerte y sus tinieblas.

 

Entre las flores naranjas de nombre náhuatl,
mis sombras y sus auras calladas vagan,
y la distancia se vuelve nada.

 

 Entre las catrinas y su ofrenda,
mis sombras tenues me susurran,
y me arrullan con sus cantos entre sueños.
Recobrando de mi alma sus recuerdos.

 

Hoy, día de los muertos y sus honras,
a los olvidados de las fotos, hechos sombras,
se les cae el polvo y recobran sus formas.

 

Hoy, a los retratos desfigurados por los años,
se les vuelve a recordar como solían ser.
Con sus ojos, sus pieles y sus manos.