He sido como un Niño,
jugando con arena, adentrándome al océano
haciendo que las olas
sean la barca que me conduzca a otras playas.
Poco poco he abierto los ojos
y desde entonces el sol me ha guiado
más allá de las palmeras
siempre he contado con suficiente antídoto
para el naufragio
mi poesía es una botella con mensaje echada al mar
al basto infinito
un susurro cruzando por los arrecifes.
He sido también peregrino de tierras extrañas
colonizador de impensables aduanas
y testigo de más de un milagro.
Soy solo un Niño
discípulo de caracoles y estrellas
que suele divertirse puliendo la roca
que aprendió que el mundo está lleno de paraísos
(cualquier lugar lo es)
solo basta con saber mirar.