Mi madre entró a la oscura alcoba;
me halló sollozando,
en plena crisis de llanto desbordado.
Se sentó en la esquina de la cama
y me preguntó angustiada,
con una voz que irradiaba calma:
\"¿Qué es lo que pasa?\"
No volteé a mirarla,
ni le vi la cara.
Desee que se alejara,
que sola, en silencio, a oscuras
me dejara.
\"Tranquila madre,
no debes preocuparte.
Sólo dame unos días,
para esclarecer
ser quién, yo debería.
Deber estar, en dónde
se supondría.\"
\"Tranquila madre,
no debes angustiarte.
Sólo se paciente
y dame unos meses.
Te prometo
volver a levantarme.
Estando bien,
pronto volverás a
encontrarme.\"