Me rodean fuegos de artificio
es la noche de San Juan,
se queman hogueras,
malos rollos y rencores,
arden mentiras, como leña,
energías viejas, como madera,
podemos serpentear como cohetes
juntos dibujar el cielo de colores,
para sobre el firmamento estallar.
Bienvenida sea esta noche,
es solsticio del verano
donde podremos hallar:
al enamorado que se declara,
al chaval que enciende petardos,
una estación nueva trayéndonos,
fuerzas nuevas, vitalidad.
Y esta noche
mi amada prende velas,
confesando el querer que me tiene,
declarándome, ante la luna,
los hijos venideros;
ellos están por llegar.
Ella es capaz de acariciar
hasta mis cabellos caídos,
puede sentir quién yo era,
quién soy, tal vez la ausencia
que entre pañales,
una mañana de otoño,
tal cual nació, marchara.
Desde niño anhelo esta noche.
Enmiendo perdiciones,
atras dejó frustraciones,
me limpio y sano,
es elixir y talismán.
No caben quejas
cuando se oyen los sonidos
del jolgorio, de tracas,
de los brindis,
con anillos dentro de las copas.
Pidiendo deseos,
tus ojos se fijan,
se clavan princesa,
en lo más hondo de mí
y en lo que está,
todavía, por llegar.