Las letras dormidas se guardan en el alma.
La oscuridad impide que se reproduzcan
y sean arrojadas al firmamento.
Todo es silencio en las letras.
Perdí la libertad y la felicidad
No sabía lo que era volar.
Ser feliz.
Ser libre.
Vivía en una isla perdida
Donde están prohibidos
Los sueños indecisos,
Los encuentros furtivos
Y los amores desbordados.
La suerte quiso que una mañana
Al despertar, una luz brillante
Alumbrara la alborada
Y mi mente se despejara.
Fue la libertad que tocaba a mi ventana
Venía a entregarme la felicidad
Y al aceptarla, de aquellas cicatrices
Me brotaron unas hermosas alas.
Alas de Libertad
Que me dieron la seguridad
Y pude volar sobre el mar
Y alcanzar las puertas del cielo
Alas de libertad
Como aves de alas blancas
Que se elevan libres y felices
Hasta llegar a un punto final
Llamado libertad
Donde reina la felicidad
Alas de libertad
Que desborda el horizonte
Donde una luz resplandeciente
Emana desde el punto mas oscuro
Elevando una llamarada azul.
En su vuelo sereno hace brotar
Las alas que el viento
Vence al pensamiento
Y le da la libertad
De escribir los versos
Que el alma aprisionaba.
Autor: Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.