Como divina reina eólica
Pasaste a mi lado con gran indiferencia
Trocaste mi pausado existir
En un mundo inesperado.
Tu aroma dibujó en mi alma
Borrascas de recuerdos imaginarios
Oníricas escenas de amor
En ideales vergeles del Edén
Tus ojos dos luceros celestiales
Tu cuerpo un copia de la helena Afrodita
El ondulante ritmo de tu andar
Cambiaron mis realidades en sueños
En el silencio de la tarde
Cuando los cóndores sueñan
Y el viento entristecido clama
Absorto e inquieto te recuerdo.
Entre las hojas de coloridos rosales
Caminando sobre algodonales nubes
Derramando ternuras y sonrisas
Ensimismado te recuerdo.
En las lóbregas oscuridades nocturnas
Envuelto en las sombras de la impaciencia
Sólo triste, y nostálgico
Con infinita ternura te recuerdo
Lima 2 de noviembre del 2018