Patricia Aznar Laffont

COMO ANTAÑO...

Gemido

nacido entre el pecho

y la garganta.

 

Soplo del  Viento del Norte

que ahueca las miradas

en penumbras,

sofocadas,

 

en  aquel

 sólido cuarto enmohecido,

por los años.

 

Un  te quiero

y el deseo ardiente

que me estremece,

 solitario,

 

y se torna

en imprevisto

 llanto.

 

El instinto primitivo

y el amor

 que nos unía

añora tu cuerpo,

tu boca

desgajada en mieles y

palabras de amor y

 

tus manos frágiles

y blancas.

 

A la sombra del primer

Jacarandá

de este noviembre,

 

que se inaugura

somnoliento

pleno de flores celestes

 

susurraré  en silencio

tu Nombre

  ya olvidado,

 

tan sólo una vez…

 

(como antaño).