Ábreme delicadamente,
como si fuera la primera flor...
de la primavera.
Escríbeme tiernamente,
como si fuera la primera poesía...
del novel poeta.
Háblame amorosamente,
como si fueran las virgenes palabras...
de amor de tu vocabulario.
Cántame dulcemente,
como si fuera el primer trino...
de la adolescente ave.
Acariciame suavemente,
como la primera brisa del verano...
que hace olvidar el frio invierno.
Bébeme lentamente,
como si fuera el primer sorbo...
de agua de la cascada.
Ámame eternamente,
como si fuera tu último amor...
el último capítulo de tu libro.