Pueblo pescador de perlas,
en aguas del golfo pérsico,
cada perla fue obtenida,
por expertos en buceo,
que bajo el sol inclemente,
pusieron todo su empeño,
para conseguir el fruto,
que les brindara el sustento.
Pero se pierde interés,
cuando bajó su comercio,
los humildes pescadores,
volvieron con sus camellos,
acto de sobrevivencia,
en los momentos adversos.
Empieza un gran desarrollo,
cuando pozos descubiertos,
mostraban grandes reservas,
de gas y del oro negro,
una especial coyuntura,
donde corría el dinero.
Los recursos naturales,
se gastan, no son eternos,
aparece la estrategia,
se demuestra el intelecto,
nueva visión del futuro,
se toma con mucho acierto,
un lugar cosmopolita,
de su Jeque es el gran sueño,
sin dudar, para lograrlo,
invierte los dividendos,
para crear la metrópoli,
que del mundo fuera ejemplo.
Tarea dificultosa,
empezaron los diseños,
tener lo mejor del orbe,
se estableció como reto.
Creatividad al máximo,
obra de los arquitectos,
luego vinieron los cálculos,
los hicieron ingenieros,
aplicaron nuevas técnicas,
en el manejo de suelos,
considerando también
la velocidad de vientos.
Levantaron ostentosos
edificios con esmero,
en el mar bellas palmeras,
son hoy lujosos complejos
crecieron artificiales,
y nos dejan boquiabiertos.
Siendo emblema nacional,
el Burj Kalhifa el excelso
edificio vertical,
el mayor del mundo entero,
su punta como una estrella,
quiere quedarse en el cielo.
“Es Dubái la fantasía,
un emirato de ensueño,
surgido entre las arenas,
como perla del desierto ”