Paseamos por la playa de la mano,
sintiendo la brisa fresca
en el rostro;
la felicidad se refleja
en nuestras miradas,
nos regalamos besos ardientes
y nos abrazamos con pasión.
El Sol calienta nuestra piel,
y emocionados al sentir
tanto amor,
nos enamoramos
y nos adentramos
en las aguas marinas;
gozamos el momento
mágico del hoy,
sin pensar en el pasado
ni en el futuro.