Jose Luis Morales

LA CIUDAD

LA CIUDAD

 

Recarga la noche su gran brazo oscuro

sobre los tejados.

Se encienden las luces, y por las ventanas

se asoma el pasado.

Se aprietan las manos sobre billeteras

repletas de agravios.

Se gasta la acera de pasos oscuros,

huellas de pecados.

Se llevan los vientos, haciendo aspavientos,

gestos olvidados.

Se escuchan los pianos que por los burdeles

tocan animados.

Se apartan las almas, se acercan los cuerpos

con odio tatuados.

Recuerdan los labios caricias perdidas

que los han marcado.

Se afilan las lenguas de decir amores

que nunca soñaron.

Se cierran los ojos, se cierran las mentes

de cuerpos cansados.

Y en calles oscuras, de pura amargura,  

mueren solitarios los abandonados.

Las grandes ciudades no recuerdan nada,

todo es olvidado.

Y lloran las hembras, y lloran los hombres

el llanto pesado

de una pena vieja, de una pena absurda

que nunca ha cesado.

 

©José Luis Morales Villarán

04/20/1987