Te anhelo en la soledad de mis días
En el crepúsculo que se lleva el atardecer
En esos días que no para de llover, amor
Y este recuerdo me lleva a tu querer.
Te Anhelo, cuando mi cuerpo huérfano de
Caricias está; y queda sólo el silencio en mí
Habitación, haciendo trizas mi pobre corazón.
Te anhelo en mis vertientes, que derramando
Amor están, te anhelo en el recuerdo divino
De una noche de amor, cobijándonos en
El tibio manto de los amantes que prodigándose
Un sincero amor vivirán, se te anhela en la luz
De cada estrella que titilando van.
Te anhelo cuando mi risa es la tuya, y cuando tus
Ojos juegan en los míos reflejándote en mí con
Inmenso amor, te anhelo en mis noches, y mis días.