Danny McGee

LA ROSA SOÑABA CON SER MARGARITA.

 

La rosa soñaba con ser margarita.

 

Ella soñaba con ser margarita, sutil de perfume, sutil en la brisa. La rosa soñaba con ser margarita, ser toda pureza, ser más cristalina. La rosa soñaba con ser margarita en manos del hombre, amor de su vida.

La rosa soñaba, quería ser flor, ser una princesa del vasto jardín, al viento rogaba por un bello amor, mas sólo era rosa de un rojo color. No fue margarita, jamás lo será: cual rosa es la rosa y así va a aromar.

Ella soñaba con ser margarita, ser deshojada por una ilusión, con una palabra, con una sonrisa, con esa fragancia, con esa pasión, que sólo se siente una vez en la vida.

Ella soñaba con ser margarita, sabia en un verso, sabia en la rima. La rosa soñaba con ser margarita, ser toda nobleza, ser más blanquecina. La rosa soñaba con ser margarita en manos del hombre, amor de su vida.

Ella soñaba con ser margarita, ser deshojada por una ilusión, por una mirada, con toda la dicha, con una esperanza, con esa pasión, que sólo se siente una vez en la vida.

La rosa soñaba, quería ser flor, ser una princesa del vasto jardín, al cielo miraba con hondo espesor, mas sólo era rosa de un rojo color. No fue margarita, jamás lo será: cual rosa es la rosa y así va a aromar.

A Claudia Jara.