brillan en la noche
entre sinuosos espacios
ardides asombrosos
destellos relampagos
aturde las sensaciones el canto de mis uñas prolijas
el reloj volteado en posesión invertida
acariciando al tiempo levemente
sin detalles
entre sinuosos espacios
imperceptibles
brillan en la noche
la plataformas oníricas
los ojos del gato mirando el colchón azul
lo irremediable
aturde las sensaciones de mis uñas prolijas
y mis venas encumbradas
el niño que llora
porque se le perdió el diente entre sueños
augurios de metal
acaricia el tiempo levemente
brillan en la noche
todas las canicas perdidas entre las piedras y los arbustos
las sonrisas inmigrantes
la precaria acequia espejea la luna
cada vez menos
porque ahora la plata se refugia en las pantallas
hilos de aluminio que convergen en las retinas
sin detalles percibidos
brillan en la noche
a obscuras
todas las mentes insomnes
todas las pantallas que involucran sin querer a los brillos primigenios
que ahora se inquietan de opacidad
y los días lejanos
brillan en noches cercanas
y los recios metales se ofuscan ante tanta oscuridad
la precaria acequia espeja la luna
que a su vez refleja la tierra que ya no es tierra más
que es lugar imperceptible por donde no pasar
pájaros buscan brillos en la noche
avecillas en miniatura zurcan los cielos buscando la luna
y una bicicleta pasa rodando sobre un foco cubierto de zancudos
sinuosos espacios se pierden entre los detalles de las manillas de las puertas
entre mis uñas prolijas donde se espejan pantallas de mentes insomnes