Calles llenas de pasos y vientos fríos que hielan el corazón con tu ausencia y congelan el alma con el rocio helado de tu silencio.
Frías calles preñadas de símbolos, olores y sabores que me hablan de ti.
Anhelos de recorrerlas prendido al calor de tu mano y al fuego de tu abrazo para que espanten este frío que lastima.
Caminatas de pensamientos interminables andados sobre fríos caminos húmedos de recuerdos vívidos y de pasiones silenciadas.
Labios resquebrajados por el frío y la soledad, más no por los besos ardientes de tu boca sensual.
Frío intenso que se cuela por los poros y se apodera de mis emociones, tirita el corazón y se congelan las lágrimas.
Frío que quema.
Frío que duele.