Quizá porque mi ser busca los yelmos,
enredado en las alas de los altos horizontes,
unido a la sombra del clamor de aquellos tiernos,
ceñido con mis versos, todos en mi fronte.
Quizá porque mi amargura no batalla
en los vencidos duelos del paso de los años,
sin victorias de forma que me den la talla
a la lucha que emprendieron mis antaños.
Quizá mi poema avergonzado esté dormido
en las guerras eternas que hoy se enfrentan,
posando amaneceres de esos días vencidos
y en tinieblas grises, mi bohemia, es afrenta.
Pero el poeta no duerme, tira con sus letras
balas benditas que llevan instintos naturales,
sin ocultar sus emociones, se editan sus alertas,
allagan las heridas más allá de sus umbrales.
Tira el poeta libres versos hacía la injusticia,
contra el usurpador que se busca el poder,
contra aquellos que obran de mala argucia,
contra aquellos que nunca nos podrán vencer.
Andrés Romo
Fronte; frente.
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