Jhon Deivy Torres Vidal

ATRÁS POLVO QUEDÓ

Su corazón le dolió de tanto andar a rastras

Y su garganta áspera dejó de susurrar...

De pie se puso, entonces, y con vigor al viento

Dio pasos en silencio, su corazón limpió.

Su voz antes polvosa, caída y deleznable,

También marchó airosa, al lado del valor.

Mujer, así te he visto y así te quiero ver.

Erguida, siempre andando sin miedo de caer.

Tu corazón ahora camina sin doblarse, 

Tu voz le da el alcance. Atrás polvo quedó.