Hoy no estoy aquí
y tal vez no sea por mí.
¡No te creas tan bajo!
Por ti me perdí, ¿Quién no lo haría con esos…?
Esa mirada que quizá no será mía
pero si de la vaga gente,
porque entre ellos la discuten, su perfección.
Ven por mí, hazme sentir, dime que puedo
merecer alguna vez toda esa mirada sin desearla,
que pueda llenar de mi locura tu llanto, ¡dejadme!
Dime que al menos merezco otro día a tu lado, ¿qué es lo que quieres?
¿qué he hecho para tener que mirar esos lindo ojos? ¿acaso pretendientes no tiene?
¡No mientas más!, y bañémonos del placer que nos evoca la tarde.
Mirarme más no puedes, porque estarás enredado dentro de mi ser... ¡oh amor!