Habia olvidado casi por completo la forma de unos femeninos ojos..
Había olvidado el brillo que tienen cuando en ellos mi cilueta se refleja...
Ya no recordaba el sabor que tiene una sonrisa ni el calor que dan las caricias.
Había olvidado por completo como ávidamente las palabras inspiradas llegaban a mi.
Pero los rayos de la luna poco a poco, los recuerdos me devolvieron, el sabor del vino en unos labios de nuevo esas sensaciones a mi trajeron...
Ahora entiendo que una musa no se crea con el tiempo, basta con la magia que se crea en pocos y selectos momentos...