Un raro sentimiento me domina
si miro de sus rostros el misterio,
me dejan en completo cautiverio
con luz fosforecente y coralina.
Su piel es de fantástica obsidiana
que lleva los fulgores de la noche,
esparcen su belleza con derroche
de regio resplandor de filigrana.
Las copas de sus senos excitantes
las llenan dulces vinos africanos,
que beben nobles dioses soberanos
en grandes ceremonias deslumbrantes.
Con porte tan gallardo y primoroso
ondulan con donaire la cadera,
con pasos armoniosos de pantera
se observa de su raza lo grandioso.
Cual Makeba cubierta de azahares
que rindió a Salomón con su nobleza,
desde Saba proviene la belleza
que inspirara Cantar de los Cantares.
¡Mujeres cuyos cuerpos son caudales
de música, pasión , y de armonía;
y traen en sus venas bizarría
de castas prodigiosas y ancestrales!
Autor: Aníbal Rodríguez.