Te daría mi alma y vida,
Te daría el corazón,
Porque es mucha la pasión
Que dejaste tú encendida;
Eres, niña consentida,
Esa entrañable ilusión,
Inextinguible obsesión
Que parecía perdida;
Vivo tan cerca de ti
Que no me puedes ni ver
Soy el loco frenesí,
Ese auténtico placer;
Esa obsesión que sentí
y que se adhirió a tu piel…