santos castro checa

UN SUDARIO PARA GLORIA

 

Y, en este réquiem, al atril irreposable
el postrado amante ora, ¡qué dolor!
Aquel llámale Gloria a cruel destino,
a lo infinito, a su beso en esclerosis,
¡ay, escombros! El rencor proclama triunfal,
al infeliz demonio, dijes de oropel.
No protegen al silencio de aquel, ¡monstruo,
fratricida imperturbable del amor,
ya no ancles en grafías negras,
esquirlas a su alma!
Voraz homicida, ¡mira! Sus cartas frías lloran…
Allí, donde los suspiros son sepulcro,
en los lechos de oropel tendida,
su infortunio en cielos grises pena;
emerge de las espinas, sangra a escondidas
y cae en los ensueños, en recelos, sin pensamiento vaga.
¡Ah! Samaritana sin estrellas, mudaste tu niñez
desnuda y de pie, ¡ay, dama!
¡Dama del rosal nocturno!
Tus besos son testigos
de tu piel en agonía,
de tu melancolía en la pared,
de tu arañado corazón,
de tu beso atribulado,
de tu llanto enmudecido…
Sea este réquiem a la dulce de la noche.
Si el pintor no forjó tus alas, ¡píntalas!
Escala del precipicio, Gloria, ¡trepa!
Olvida al brazo inquisidor que mancó tu honra,
libera, reina agónica, a tu labio aprisionado.
No seas ceniza que a la mar se pierda…
Cobijare a tus pétalos caídos mi huerto solitario,
retama del desierto,
te doy hoy mi dulce vino, la locura del delirio…
¡Oh! Sinfonías de ángel oyense, tan y tan distantes.
Al final tu almohada deformase interrogante al lecho:
\"Gloria… ¿eres libre…libre, amor, mariposilla desgraciada…?\"
 
2018
 
 

 

Autor: Santos Castro Checa

Ciudad: Mallares- Perú

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