No elegimos el sendero de la virtud
Por las riberas el río, hasta nuestro
recodo, lejos de miradas ajenas
Allí, en sus orillas, desnudamos
nuestras almas de todo pudor
Encallé mi boca en tu vulva. mi
lengua esclavizó de placer tu vagina
Tu grito de placer explotó en el bosque
y no sé
Si las aves volaron de miedo o fueron
a llevar el mensaje de nuestro escondido
amor
Rob_
9/11/18