Delicado detalle en este tiempo oscuro
con luz cálida y suave, todo lleno de amor
que borra las tinieblas del invierno más crudo
y restaña dolores de nuestro corazón.
De esas poquitas cosas que aunque siendo profanas,
extiende a los incrédulos la fé en Nuestro Señor
y posando sus manos en frentes arrugadas,
las va poniendo tersas, consignando el perdón.
Entre niños y risas, tu delgada figura
bajo los suaves arcos del fresco corredor,
semejas, adornando las viejas estructuras,
a una orquídea antioqueña que nos puso aquí Dios.