Años donde mi vida se encontraba ausente, donde en mi adolescencia miles de consejos hacían falta, pero de mi padre que alli estuviese. Momentos aquellos que para muchos sin importar no les faltaba, pero que para otros el bien y el mal nos enseñaran.
Horas en desahogo, instantes de ausencia y el como enamorar a una mujer eso es lo que cuando jovenes quisieran que nuestro padre nos dijera.
Y es que para algunos solo en las calles fueron formados de bien y otros; otros no tan bien. Cuantos cumpleaños y hasta el gran momento de graduación en el bachillerato, o aquellas palabras de aliento cuando algo no te salía del todo bien en tu primer empleo.
Allí solo fueron marcados los años, en el silencio, entre lágrimas y risas, entre lo que nos enseño la vida, esos instantes en el que el ausente no había dejado ninguna huella, ninguna marca, solo un recuerdo que se asemeja aquellos tiempos de una niñes muy colorida.
HENRY RUIZ
11 DE NOVIEMBRE 2018