Yo como nunca, te quiero,
He querido a otra mujer,
Porque contigo el placer
Es cual gracia que venero;
Porque sin ti desespero
Y mi vida es padecer
Por el deseo de ser
Siempre, en tu vida, el primero;
Eres el tierno suspiro,
Esa lágrima en mi faz
La razón de mi respiro;
Todo eso y mucho más,
Dulce bien al que yo aspiro:
¿Abandonarte? Jamás…