Llenas de luz y de gloria
Con tu presencia divina,
Ésta, mi vida tranquila,
Con tan desbordante aroma;
Tu dulce esencia de diosa,
Tu voz, tu alba alma de niña,
Es alborada que brilla
Cual deslumbrante corona;
Eres, mi amiga lejana,
Nívea estrella brillante;
Con tu ternura contrasta
Mi ansiedad para amarte:
Eres la dueña de mi alma,
Pasión y fuerza, constantes…