Hálitos purporeos
habitan tus perfumes
ojeras conmemoran las horas de la luna
una astilla de madera atravieza el circulo de humo
justo en el centro
zanjemos las venas que tienen las luces
derramando tinta
a tientas
en noches de verano
sobre las hojas verdes
que bailan a la brisa
y buscan el calor de nuestros cuerpos atolondrados