Al igual que un escultor
quiero esculpirte mujer,
con el cincel de mi amor
que es la pluma y el papel !
Y de a poco ir descifrando
entre tus curvas divinas,
la belleza que te ha dado
el Señor en esta vida.
Y el don que te ha concedido
de ser Madre*... inigualado,
con un vientre florecido
que refleja tal estado.
Sos razón de mi existencia
porque de tí yo provengo,
siendo tu cuerpo una ciencia
que Dios creó en un momento.
Por lo cual a mi manera
hoy te quiero homenajear,
Mujer... Madre y la primera
Ley de Amor* a quién amar...!
Luis A. Prieto
30 de junio de 2009