En mis sueños prohibidos
Añoro esos instantes que nos erizamos trenzándonos de amor de la cabeza a los pies, entrelazando nuestros labios entre lienzos, como el mejor de todos los comienzos...
Puedo sujetar su cintura una tarde frente al mar...
Por las noches su deseo sofocar...
Mi vida es suya si se quiere entregar...
A aquellas miradas de tantos y tantos latidos de amor por provocar...
De tatuar sus besos de huellas y condimentos ojalá sea su brisa el aliento que me recuerde a cada momento, añorando sus besos sin aire vestidos de antojos, esos que tejen de amor y me entran no solo por los ojos...
Imposible separar dos piezas que encajan a la perfeccion de un puzzle llamado nosotros.
Usted puede asesinarme a besos que yo se morir en sus labios, una vez muerto apague el tic tac del corazón porque le seguirá latiendo.
Me gustaría versar en su boca lo que escriben mis manos sobre el papel y que las letras fluyan como locas brotando de su piel.
Me encantaría que la pluma fueran mis dedos en su cuerpo de mujer y ver como la tinta se desliza formando cada letra humedeciendo su ser.
Me fascinaría mostrarle la poesía de tus zonas erógenas, las que leídas le atraen boca a boca, no hay mente mas alucinógena, que la que le piensa, desea y provoca.
Usted enciende la mecha con sus letras inflamables una chispa y a volar por los aires, quien dijo que no es revelante cuando usted escribe en mi mente y sacude mi carne...
Existen letras de usted de las que no puedo liberarme, no puedo mas que sucumbir a sus versos de manera elegante, ni la historia del lobo feroz y Caperucita puede ser tan distante.
Pero ni usted es Caperucita ni yo el lobo malvado, ese cuento quedo desfasado, en mi historia ambos se devoraron a besos, a latidos, y a gemidos acordados.
Primero le invito a una mirada, un café y endulzarnos los sentidos....
Así mis letras se enamorarían de usted dejando sin tinta...
“Todos estos mis sueños prohibidos”
Jordi Etresi